El Talento: ¿Se Nace o se Hace?

El talento no es solo un don, también podemos trabajar para desarrollarlo

Se suele pensar que si no se nace con talento para determinada actividad, ya no hay nada que hacer. Sin embargo, el esfuerzo y la constancia, son las mejores formas de desarrollarlo

El talento es una disciplina tenaz y una larga paciencia, sostenía el escritor francés Gustave Flaubert.  Flaubert comenzó siendo un escritor mediocre, un mero imitador, para ser el genio que fue se impuso una disciplina muy férrea. Muchos especialistas sostienen que el talento no se tiene, sino que se conquista.
Lo que dicen los expertos
Dan Coyle, que ha investigado como y donde florece el genio del ser humano, sostiene en su libro Las claves del talento,  que este no tiene tanto que ver con los genes. Según él, se cultiva.
el talento se educa
Por su parte, Malcolm Gladwell, periodista de The Washington Post y The New Yorker que también ha investigado sobre el tema, se pregunta: ¿Existe el talento de forma innata?… según el escritor, la respuesta es que sí. Gladwell, además investiga también el éxito, y afirma que: «El éxito es talento más preparación. Pero cuanto más miran los psicólogos las carreras de los mejor dotados, menor les parece el papel del talento innato….y mayor el que desempeña la preparación«.

El talento: ¿se nace o se hace?

Según el filósofo y pedagogo José Antonio Marina, talento es «la inteligencia triunfante«….la inteligencia que resuelve los problemas y avanza con resolución, sostiene el autor en su libro, La educación del talento.
Existen muchas inteligencias diferentes, según Marina, por ende también hay muchos genios distintos: científicos, financieros, musicales, atléticos, etc, cada uno de los cuales supone un especial tipo de destreza.

 «La excelencia es un hábito» (Aristóteles)

Robert Sternberg, uno de los más respetados científicos actuales en temas de inteligencia, denomina «inteligencia exitosa» a lo que Marina llama talento. Es la inteligencia que se emplea para lograr objetivos importantes. Mucho más extensa que lo que miden los tests de inteligencia porque incluye la gestión de las emociones, el esfuerzo o la resistencia a la frustración.

Las personas que poseen esa aptitud básica no dependen demasiado de las motivaciones externas, sino que saben automotivarse; aprenden a controlar sus impulsos; saben cuando perseverar y cuando cambiar de objetivo.

Que papel desempeña el esfuerzo

Según  Coyle, prácticamente lo es todo. Desde Darwin, la forma tradicional de considerarlo, ha sido esta: los genes (la naturaleza) y el entorno (la educación) se combinan para convertirnos en lo que somos. Si bien en parte eso es cierto, cuando se trata de explicar el talento humano, es un modelo vago e impreciso

 La regla de las 10.000 horas

 «…los hombres no se diferencian mucho en cuanto a intelecto; solo en ahínco y trabajo duro» (Charles Darwin)

Las grandes habilidades en cualquier campo (piano, ajedrez, matemáticas, escritura, deporte, etc.)  requieren aproximadamente diez años de práctica intensa; eso es lo que sostienen  investigadores como  Bill Chase, Anders Ericsson y Herbert Simon.

Boby Fischer, el famoso campeón de ajedrez, necesitó practicar con mucha disciplina durante nueve años para conseguir, a los 17, el título de gran maestro. La regla de los 10 años, o de las 10.000 horas, significa que todas las habilidades se crean utilizando el mismo mecanismo fundamental. No existe ningún tipo de célula que posean los genios y no tengamos el resto de los humanos.

El experimento

Ericsson realizó un estudio de referencia junto con dos colegas de la Academia de Música de Berlín. Dividieron a los violinistas en tres grupos.

  • Grupo  1: los estudiantes con un gran potencial.
  • Grupo  2: los simplemente buenos.
  • Grupo 3: los estudiantes que tenían escasas posibilidades de llegar a tocar profesionalmente y pretendían ser profesores de escuela.

Se les interrogó sobre las horas de práctica durante el curso de toda su carrera.

Todos habían empezado a tocar cerca de los 5 años de edad; aproximadamente la misma cantidad de horas, unas dos o tres por semana.

Las diferencias surgían a partir de los 8 años. Los estudiantes que terminaban como los mejores de su clase comenzaban a practicar más que todos los demás, y a los 20 practicaban más de 30 horas semanales.

 

Los músicos de élite habían acumulado 10.000 horas de práctica cada uno. Mientras que, los estudiantes buenos a secas habían sumado 8.000 horas. Y los futuros profesores de música solo 4.000.

Ese mismo patrón se repitió con pianistas profesionales. Lo más llamativo del estudio de Ericson, es que no encontró músicos natos, que se dirigieran sin esfuerzo hasta la cima practicando solo una fracción del tiempo que necesitaban sus pares.

Una vez que un músico ha demostrado capacidad suficiente para ingresar en una academia superior de música, lo que distingue a un intérprete virtuoso de otro del montón, es el esfuerzo que cada uno dedica a practicar. Y eso no es todo…los que están en la misma cumbre trabajan mucho, mucho más que todos los demás.

Cerebro y talento

Cada vez son más los neurólogos que consideran a la mielina como la clave de la adquisición de habilidades. Toda habilidad humana, ya sea jugar al basquet, dibujar o interpretar a Bach o Pachelbel, proviene de una cadena de fibras nerviosas que transmiten un pequeño impulso eléctrico.

La mielina rodea las fibras nerviosas. Permite que la señal sea más fuerte y veloz porque impide que se escapen del circuito los impulsos eléctricos. Cuando practicamos, esta lipoproteína responde cubriendo el circuito neural y añadiendo, en cada nueva capa, habilidad y velocidad. Es decir, se multiplica la capacidad de procesamiento de la información.

 Mucha práctica y mielina
 «El talento es algo bastante corriente. No escasea la inteligencia, sino la constancia» (Doris Lessing)

En el año 2005 se escaneó el cerebro de varios concertistas de piano y se descubrió una relación directa entre las horas de práctica y esta materia blanca. Cuanto más se activa el nervio, mayor es la cantidad de esta lipoproteína que lo envuelve.

Se hace necesaria una práctica intensa. La aparente paradoja: aquellas experiencias en las que al principio cometemos más errores, errores que nos obligan a ir más despacio, son las que nos hacen más talentosos.

En síntesis, al talento se lo puede uno mismo trabajar…la receta?. Practicar, practicar, errar, fracasar, aprender, y  volver a intentarlo una y otra vez.

El Pensamiento Afecta Nuestra Realidad | Joe Dispenza

El pensamiento afecta nuestra realidad-Dr. Joe Dispenza. Su intervención en el conocido documental sobre física cuántica, ¿Y tú qué sabes?, hizo que el Dr. Joe Dispenza pase a ser reconocido en el mundo del desarrollo cuerpo-mente.

También el trabajo realizado en su libro más vendido, Desarrolle su cerebro, le ha hecho ganar reputación como una de las principales autoridades en el estudio de interconexión del cerebro, la mente, el cuerpo y la conciencia.

«Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado. La mente lo es todo; nos convertimos en lo que pensamos».  Buda.

Joe Dispenza también es quiropráctico, y un testimonio vivo del poder transformador del cerebro.

creatividad pensamiento

A sus 23 años, frente a la posibilidad de sufrir una parálisis permanente después de que un accidente en bicicleta le haya dejado la columna vertebral prácticamente destrozada; Joe se enfrentó a una decisión que cambiaría su vida.

Sus médicos creían que la única esperanza de volver a caminar era por medio de un procedimiento quirúrgico, implantando Barras de Harrington en su columna (incluso si tuviera éxito, igual podría dejarle una discapacidad permanente y un dolor de por vida).

El joven Joe se negó ser operado, el era quiropráctico y tomo la decisión de ayudar a su cuerpo a que se recuperara de manera natural. En el tiempo récord de tres meses se recuperó totalmente y sin necesidad de cirugía.

Es a partir de esta increíble experiencia que el doctor Dispenza decidió regresar a la universidad y ahondar en el tema, en especial investigar el por que se producen las llamadas remisiones espontáneas (curas o mejoras inesperadas de enfermedades).

El Dr. Joe Dispenza estudió bioquímica, tiene una licenciatura en ciencias con especialidad en neurociencia, tiene un posgrado en neurología, neuropsicología y bioquímica cerebral y biología celular

Entrevista

– ¿Qué es la conciencia?

-La conciencia es un nivel de comprensión acerca de nosotros mismos y el medio ambiente. Cuando prestamos atención a lo que estamos experimentando en el mundo exterior y lo que estamos experimentando en nuestro mundo interior, y luego empleamos nuestro cerebro para crear un significado entre los dos, somos conscientes.
La conciencia es comprender o «darse cuenta». Cuando estamos conscientes de nosotros mismos, esto nos permite comenzar a prestar atención a cómo pensamos, cómo actuamos y cómo nos sentimos. Y porque podemos notar y observar las cosas, esto significa que tenemos opción para modificar nuestro comportamiento.
el pensamiento afecta la realidad

Cuanto más conciencia tengas, más comprenderás sobre ti mismo y tu medio ambiente. Más conciencia también significa que somos más capaces de adaptarnos a las condiciones que nos presenta la vida y hacer los cambios que sean necesarios para estar en armonía con ella.

En cambio, si  estás inconsciente, verás como se repiten los mismos problemas una y otra vez, sin siquiera plantearte la posibilidad de modificar algo de ti mismo para producir un resultado diferente.
La conciencia nos permite coger un atajo para poder mejorar nuestros pensamientos, emociones y acciones, es decir, tomar un acceso directo a un mayor nivel de evolución.
-Es posible plantearse un cambio de vida para elevar nuestra conciencia en en estos tiempos de crisis donde problemas básicos de supervivencia nos mantienen abrumados con el estrés?
– Principalmente existen tres tipos de estrés:
  1. Tensiones físicas: como traumatismos, accidentes y lesiones.
  2. Químicos: toxinas, pesticidas, contaminantes y productos químicos a los que estamos expuestos.
  3. Tensiones emocionales: como el estrés cotidiano que produce el trabajo, la familia, atascos en el tráfico, la hipoteca, deudas, etc.Cada uno de estos factores de estrés comienzan a alejar el cuerpo de la homeostasis y lo ponen fuera de balance.
La respuesta al estrés es innata, siempre nuestro organismo trata de volver al orden interno. Pero si seguimos castigando al cuerpo, llevándolo fuera de su balance, sin dar chance a que este recupere su orden, el desequilibrio se transformará en lo normal para nuestro cuerpo y de allí nos dirigimos directo hacia la enfermedad.
Lo que nos hace tan únicos como seres humanos es que podemos convertir la respuesta al estrés a través de nuestro pensamiento. Si sabemos que las sustancias químicas que produce el estrés desregulan nuestro cuerpo y  crean la enfermedad, esto significa que podemos crear nuestras propias enfermedades sólo por el pensamiento.
Y esto nos lleva a la siguiente pregunta:
Si nuestros pensamientos nos pueden enfermar, pueden  también hacernos sentir bien?
Cuando vivimos estresados, nos obsesionamos con nuestro cuerpo, nos obsesionamos acerca de las cosas, nos obsesionamos por las cuentas, nos obsesionamos por el tiempo. Y así comenzamos a sentirnos desconectados del campo cuántico, y nos invaden pensamientos de ansiedad, pesimismo, egoísmo, sufrimiento, miedo, etc.

¿Qué cambia cuando se pasa de un modo de supervivencia a un modo creativo?

-Cuando estamos en modo creativo (cuando estamos realmente presentes y creativos), ya no estamos tratando de predecir el momento en el futuro basados en el pasado. De hecho, estamos tan presentes con lo que estamos haciendo, tan concentrados en lo que somos, que nos olvidamos de nosotros mismos. Estamos tan enfocados en lo que estamos asistiendo que no hay tiempo. Estamos ahora en la conciencia pura.

En el momento en el que llegamos a ese espacio, pasamos de ser nadie a ser alguien. Empezamos a sentir alegría, porque estamos haciendo nuestro camino fuera de la confusión, y es entonces cuando nos sentimos conectados, es cuando podemos confiar en un resultado que no podemos ver o experimentar con nuestros sentidos, pero sabemos que está por venir.

-¿Cómo lograr ese cambio de nuestra mente a un modo creativo?

-El proceso de cambio requiere desaprender y reaprender. Se requiere romper con el hábito del hombre viejo y la reinvención del hombre nuevo. Requiere deshacerse de viejas conexiones sinápticas del cerebro para permitir que broten otras nuevas.

Se requiere, literalmente, desmemorizar una emoción y lograr el  reacondicionamiento de la mente y el cuerpo a una mente nueva o a una nueva emoción.También podemos explicarlo de una manera más simple, diciendo que se requiere un cambio de energía, por ejemplo utilizar la misma energía de la ira, para convertirla en una emoción positiva. Y cuando cambiamos nuestra energía, por supuesto, podemos cambiar nuestra vida.

-¿Cómo funciona el proceso de creación para lograr una vida mejor?

-En el proceso de creación hay un equilibrio entre la intención y la entrega. No debes intentar controlar el resultado, ya que ello no funciona en el campo cuántico, porque entonces no habría entrega. La entrega es  confiar que el resultado ya existe más allá de tus sentidos y dejar que tu emociones se mueven en lo que se sentiría con ese resultado. Luego debes dar las gracias, antes de que lo deseado haya tenido lugar.

Sabemos por los experimentos que la intención en sí misma no hace absolutamente nada. Pero cuando le añadimos una emoción, y nos entregamos a ella antes de que el evento suceda sin intentar analizar o entender de que manera va a ocurrir, el proceso creativo funciona mucho mejor.

Es un equilibrio. Cuando nuestros pensamientos y sentimientos están alineados, o nuestra mente y cuerpo trabajan juntos, estamos en un estado de ser. El campo responde a lo que estamos siendo, no sólo a lo que sentimos o pensamos.

Coaching Empresarial y Habilidades Directivas

Claves de coaching para empresas
Hoy en día se viven tiempos de grandes cambios en las organizaciones empresariales, ya sean estas grandes o pequeñas (racionalización, reducción de costos, optimización de los recursos, etc), como consecuencia de la característica cíclica de los procesos económicos. Esto nos llevan la necesidad de llevar a cabo cambios que nos permitan adaptarnos a lo que sucede en la economía real.

Cuando se realizan esos cambios, no siempre resulta sencillo lograr que los nuevos procesos funcionen Como acto reflejo, nos defendemos generando prácticas que amenazan con el logro de cualquier objetivo asociado a un resultado buscado por la empresa.

Claves de coaching para empresas

Estas prácticas defensivas podrían ser las siguientes:

  • -Nos refugiamos en un lugar seguro (nuestro sector).
  • Culpamos de todos los males a los otros sectores.
  • -Finalmente, y el más usado en los medios empresariales nos pasa lo que nos pasa porque los jefes (alta gerencia, la oficina central que normalmente está en el exterior o muy lejos nuestro) no nos dejan desarrollar el negocio como queremos.
Desde esa perspectiva nos transformamos en víctimas de un sistema casi perverso que el objetivo que persigue es no generar resultados y culpar a las personas por ello. Y si no somos parte del problema, no somos parte de la solución.
Desde esta perspectiva, el coaching enfocado a lo organizacional se propone instalar un conjunto de prácticas conversacionales orientadas a la acción efectiva y una cultura sustentada en valores compartidos.
Para ello debemos revisar nuestras prácticas más usuales que constituyen la naturaleza de nuestro trabajo, prácticas que nos son absolutamente transparentes: la calidad de nuestras conversaciones desde el punto de vista de la rigurosidad y la responsabilidad
Conversar, a simple vista,  parece ser un asunto sencillo. Se trata de una habilidad que comunmente todos manejamos muy bien. Sin embargo, cuando se tratan temas sutiles y complejos, donde el compromiso vinculado con las acciones necesita ser claro, aparecen un sinnúmero de dificultades.
Muchos de nosotros somos testigos o partícipes de largas reuniones de las cuales en concreto no nos llevamos nada.
El primer paso a revisar y a rediseñar es la calidad de nuestras reuniones.

Una vez que empecemos a mejorar nuestras reuniones, todo proceso es posible, pero para trabajar juntos tenemos que compartir nuestros valores culturales.
En todo proceso de cambio existirá un tiempo en el cual no tendríamos la capacidad necesaria para hacernos cargo de lo nuevo. En tal contexto la organización debe basarse en sus valores para sostenerse sin generación de conflictos. Valores basados en la humildad, la comprensión y el respeto nos van a ayudar no sólo a superar tales circunstancias sino también a aprender a andar y en consecuencia a crecer permanentemente.
Uno de los aspectos fundamentales es distinguir los ámbitos que han de ser afectados por el coaching en empresas.
Si bien siempre se mira a la generación de resultados, no se trata de una reingeniería de tareas, sino que apunta a aspectos más sutiles, invisibles para la normal práctica empresaria. Invisible pues los sistemas de medición y control de las organizaciones no lo detecta. Afecta a los procesos que determina la calidad de las tareas que realizamos, sea del negocio que sea.
Uno de estos procesos se centra en la calidad de las interacciones que las personas son capaces de hacer y sostener. Por otra parte, estas relaciones están afectadas por otro proceso que tiene que ver con la identidad individual de cada una de las personas que componen el sistema. Esto es la calidad personal.

 

La intervención del coaching revisa las interacciones y entrena la calidad de las personas centrándose en su capacidad de acción a partir de la calidad de sus conversaciones. Esto es, se forma a las personas en un proceso riguroso de revisión de sus prácticas de trabajo, prácticas sustentadas en su capacidad de comunicación:

  • ¿Cómo podemos generar compromiso en los demás? 
  • ¿Cómo manejamos situaciones en las que tenemos diferentes puntos de vista?
  • ¿Cómo reaccionamos ante situaciones con alta carga emocional (intereses, poder, etc.)?
Todo esto se propone el coaching en empresas, para ello hay un factor fundamental que posibilita el desarrollo de estas prácticas… la persona, o sea su calidad como tal.

La Creatividad es Contagiosa

Todos hemos sido niños. Por aquel entonces, veíamos la vida con asombro y la disfrutábamos jugando con la imaginación.

Pero tarde o temprano nuestras ilusiones chocaron contra el muro que los adultos llaman “realidad”, que comenzamos a construir al iniciar nuestra andadura académica y profesional.

¿Cuántas veces nos han dicho que no podemos ganarnos la vida haciendo lo que nos gusta? De tanto oírlo, la mayoría nos lo terminamos creyendo, dejando nuestros sueños de lado.

Si cada uno de nosotros nace con un potencial, con un talento y con una misión determinados, ¿por qué en general nos dedicamos a profesiones que poco o nada tienen que ver con nuestros verdaderos valores?

La respuesta se encuentra en nuestro cerebro. Este órgano está dividido en dos: el hemisferio izquierdo y el hemisferio derecho. Curiosamente, cada hemisferio procesa la información que recibe del exterior de forma distinta. Cada uno está relacionado con áreas y funciones diferentes. Podría decirse que ambos cuentan con su propia personalidad.
cerebro creativo

El hemisferio izquierdo, es el responsable del lenguaje verbal, de la habilidad lingüística, de la capacidad de análisis, de la resolución de problemas matemáticos, así como de la memoria y el pensamiento lógico y racional…se le da muy bien absorber y almacenar información teórica y numérica, como nombres, definiciones o fechas. Por el contrario, tiende a controlar e inhibir sus sentimientos.

Es el encargado de la organización, el orden, la estructura y la planificación. Es muy obediente y disciplinado, y se rige por medio de normas, reglas, protocolos, leyes y procedimientos estandarizados. Y utiliza el miedo para protegernos y mantenernos a salvo de potenciales amenazas y peligros.

Este hemisferio busca certezas y solamente se fija en la dimensión física, cuantitativa, tangible y material de las cosas. Y le cuesta mucho percibir los infinitos matices grises que se encuentran entre los extremos blanco y negro. El hemisferio izquierdo solo considera válida aquella información que pueda demostrarse a través de hechos irrefutables, resultados medibles y datos estadísticos.

El hemisferio derecho, por otra parte, está más vinculado con la experiencia cenestésica y sensorial de todo aquello que sabemos que no puede expresarse con palabras, y que no por ello es menos real. Nos brinda la habilidad de interpretar señales, signos y metáforas, así como la capacidad de soñar y de comprender el significado oculto de las cosas.

Este hemisferio nos conecta con la dimensión emocional y espiritual de nuestra condición humana; nos permite sentir la parte cualitativa, intangible e inmaterial de las cosas. Es el más artístico, original y rebelde de los dos; le gusta salirse de la norma e ir más allá de lo socialmente establecido. No tiene sentido del tiempo y está totalmente centrado y arraigado en el momento presente.

…Tiene una visión holística de la realidad, concibiéndola como una unidad donde todo está integrado e interconectado. Entre otros dones, el hemisferio derecho nos permite desarrollar la intuición, la imaginación, la innovación y el pensamiento creativo; tiene facilidad para visualizar ideas e inventar cosas que no existían y que aparentemente no eran posibles. Y en definitiva, nos nutre de confianza para atrevernos a seguir nuestra propia voz interior y, en consecuencia, recorrer nuestro propio camino.

Ninguno de los dos es más importante que el otro; más bien son complementarios. Hoy por hoy, la mayoría de nosotros estamos tiranizados por el hemisferio izquierdo, y es esta descompensación con nuestro hemisferio derecho lo que impide que muchos conozcamos la forma de cultivar la intuición y la creatividad necesarias para reinventarnos profesionalmente.

El hemisferio izquierdo del cerebro sigue siendo el único protagonista en las aulas… Y es que seguimos creyendo que el pensamiento lógico y el conocimiento racional son superiores a la intuición, la imaginación y la creatividad.

Según Ken Robinson, experto en educación, talento y creatividad, los actuales test miden cierto tipo de inteligencia, pero dejan de lado muchos aspectos y cualidades de la misma. Hay tantas maneras de expresar la inteligencia como seres humanos hay en este mundo. Eso sí, todas ellas van de la mano de la creatividad. Y al igual que la capacidad de razonar nos viene de serie, el pensamiento creativo es inherente a nuestra condición humana.

…Ha llegado la hora de potenciar nuestro hemisferio derecho y promover un sano equilibrio entre ambos. Para lograrlo, el reto es descubrir un medio profesional para canalizar todo el potencial innato que reside en nuestro interior.

 

De pronto encontramos la manera de conjugar una serie de elementos que antaño parecían contradictorios e incompatibles, como por ejemplo la pasión con la profesión o la vocación con el dinero. El quid de la cuestión es si somos lo suficientemente valientes como para escuchar lo que sentimos en nuestro corazón.

Fuente: extracto de texto de B. Vilaseca para elpais.com

La terapia familiar sistémica: Virginia Satir

Virginia Satir es considerada y aclamada como una de las personas más importantes en el desarrollo de la Terapia Familiar Sistémica.

Es conocida internacionalmente como terapeuta, conferencista, entrenadora y escritora, fue una de las terapeutas tenidas en cuenta por Bandler y Grinder para crear el Meta Modelo y otras técnicas básicas de la Programación Neurolingüística.

Su primer libro, se denominó Conjoint Family Therapy y fue editado en el año 1964, es un clásico en el campo y ha sido traducido a varios idiomas. Escribió y co-escribió once libros más, entre ellos Peoplemaking y Changing with Families, escrito con los fundadores de la PNL, Richard Bandler y John Grinder.

Virginia Satir terapia familiar

Virginia Satir, sostenía que una vida familiar sana involucraba el compartir, de forma abierta y recíproca, afecto, sentimientos y amor. Satir hizo importantes contribuciones a la terapia familiar en su práctica clínica y por medio de sus entrenamientos. Sus primeras armas en 1951, incluían el trabajo con familias en el Dallas Child Guidance Center y luego en el Illinois State Psychiatric Institute, desde 1955, donde estableció un programa de entrenamiento para psiquiatras residentes. Posteriormente fue invitada a unirse a Don Jackson, Jules Ruskin y Gregory Bateson para iniciar el prestigioso Mental Research Institute, en Palo Alto, California, donde fue directora de entrenamientos. Juntos, crearon el primer programa formal, a nivel nacional, en Terapia Familiar.

Como terapeuta y maestra, Virginia era admirada por su calidez especial y por su memorable penetración en la comunicación humana y la autoestima. Por los 70’s, viajaba y enseñaba a personas alrededor del mundo a través de sus libros, talleres y seminarios de entrenamiento.

El Dr. Richard Bandler conoció a Virginia Satir a principios de los 70’s cuando él estaba trabajando con la editorial de Virginia, Science and Behavior Books, editando transcripciones de Fritz Perls para el libro Eyewitness to Therapy. La compañía opto por intentar un libro similar sobre el trabajo de Satir y contrataron a Bandler para grabar los talleres que ella hacía en el Cold Mountain Institute. De acuerdo a Bandler, él no ponía mucha atención consciente a lo que ella enseñaba y se enfocaba más en la grabación.

 

Al final del entrenamiento, sin embargo, cuando Satir evaluaba y supervisaba a los participantes con respecto a lo que ellos habían incorporado sobre su trabajo, Bandler se daba cuenta que sabía mucho más que cualquiera de los participantes. Él la había modelado, podíamos decir en forma implícita, distrayendo su mente conciente con la grabación. Asombrada por sus habilidades, comenzó a trabajar con Bandler y fue su mentora para convertirlo en terapeuta.

Satir con su verdadero calor y cuidado eran evidentes en su inclinación natural por incorporar sentimientos y compasión en la relación terapéutica. Creía que era primordial que el terapetura desarrolle cualidades de cuidado y la aceptación para ayudar a las personas a enfrentar sus miedos y abrir sus corazones a otros. Por encima de muchos otros terapeutas, la de Satir fue la voz una voz que sonó muy fuerte en apoyar sinceramente la importancia del amor como el elemento curativo más relevante de la terapia.

Desafortunadamente, sus creencias iban en contra de los enfoques científicos de la terapia familiar más aceptados en aquel tiempo, y ella encaminó sus esfuerzos hacia otra dirección, hacia conferencias y viajes.
Virginia Satir terapia familiar

El Talento se Cultiva | ¿Que es el talento humano?

El talento se cultiva. La excelencia es un habito que podemos cultivar a través de una serie de mecanismos y circuitos neuronales. Entrevista a Dan Coyle

Dan Coyle es un escritor y periodista que ha recorrido el mundo en busca del talento. Según el autor: » El talento ni es innato ni es genético sino que se cultiva»


En su libro, Las claves del talento, Coyle nos explica que el talento no es un don misterioso que responde a las leyes del azar y a la genética, sino a un aislador celular, la mielina, que se desarrolla en respuesta a determinadas señales.  Los tres elementos fundamentales son: motivación, práctica intensa y buenos maestros.

lionel messi y su talento

La excelencia es un hábito?

Eso dijo Aristóteles: «Somos lo que hacemos repetidamente«. La excelencia es un habito que podemos cultivar a través de una serie de mecanismos y circuitos neuronales.

Que es la mielina.
Es una sustancia que rodea el núcleo de las neuronas es como la banda ancha de nuestro cerebro, pero en este caso no hay ningún técnico que nos la instale; para establecerla y que nuestro cerebro funcione a mayor velocidad, fuerza y precisión, necesitamos práctica y repetición.
A más mielina, más excelencia
Así es, y todos podemos cultivarla. El neurólogo Bartzokis, investigador de la mielina, dice que todas las habilidades, todo el lenguaje, toda la música, los movimientos, están hechos de circuitos vivos; y todos los circuitos crecen según determinadas reglas.
Respecto a los florentinos del la época de Miguel Ángel, pensamos que en esa época y ese lugar se dieron una gran cantidad de talentos innatos, pero en realidad era fruto de un sistema de formación en el que los niños a partir de los 7 años se convertían en aprendices activos de grandes maestros. No escuchaban ponencias, sino que hacían, preparaban frescos y pinturas durante diez años.

 

La práctica intensa realizada con energía, pasión y compromiso; con motivación, junto con la admiración por los maestros y la integración de los errores como parte del aprendizaje, son las claves que he visto repetirse a lo largo de mi investigación en los distintos semilleros de talentos.
¿Cómo surgió todo?
En un reportaje que estaba haciendo sobre un club de tenis muy pequeño del que había surgido un gran campeón, me di cuenta de que ese club había dado más campeones que todos los clubs de EE. UU. juntos.
¿Qué entiende por práctica intensa?
Al límite de nuestras habilidades, el objetivo debe estar siempre un poco más allá de lo que damos de sí.

 

¿De dónde procede la motivación?

Pensamos que del interior, pero la mayoría de las veces procede del exterior. Nada motiva más que hallar el ejemplo de eso en lo que queremos convertirnos.
¿Qué diferencia a los maestros instructores de los semilleros de talentos?

No dan discursos, son anónimos; por lo general, personas poco valoradas. Nadie conoce a Larisa Preobrazhenskaya, entrenadora de un club de tenis de Moscú que ha generado talentos por valor de millones de dólares.

Vi llegar a su clase a una alumna nueva…Larisa detuvo la clase, la miró y le pasó la pelota, estableciendo con ella una conexión. Para esa niña su entrenadora se convirtió en un referente. Y siempre daba instrucciones breves, cortas y rápidas en el momento, mientras estaba sucediendo.

Los susurradores de talento suelen ser personas mayores y humildes, atletas emocionales que saben encender la pasión en sus alumnos y la práctica intensa. Y lo hacen con sentido del humor, herramienta básica para que el esfuerzo no resulte frustrante.
En las calles de Brasil se producen mejores jugadores que los mejores clubs.
Los semilleros de talentos son lugares pobres que carecen de recursos pero ricos en lo que cuenta. En Brasil juegan al fútbol sala: el juego está comprimido, se toca la pelota un 600% más que en los campos grandes; la pelota es más pequeña, se cometen más errores, por todo ello los circuitos cerebrales se activan con mucha más frecuencia.
Sin los errores no avanzamos. Tenemos 100.000 millas de circuitos en el cerebro, podríamos dar cuatro vueltas alrededor de la Tierra, y lo que hacemos con esos circuitos depende de nosotros, nosotros debemos encenderlos para conseguir el talento.
¿Cómo avivar el talento?
Estuve en un colegio de un barrio pobre de EE. UU. en la que había una maestra que elevó la media de las notas. Todas sus clases empezaban con la frase: «Gracias a lo que vamos a hacer ahora iréis a la universidad», y les enseñaba las excelencias de tener una carrera. Los llevaba a visitar la universidad y a entrevistarse con universitarios de su barrio.
La mayoría de los atletas con grandes marcas suelen ser los pequeños de la familia: corrían como locos para alcanzar a sus hermanos mayores. Hay otro estudio que demuestra que los mejores pianistas se iniciaron con profesores muy corrientes pero entusiastas y cariñosos.
Un buen maestro es un tesoro, ¿pero qué puedo hacer yo?
Yo pensaba que ser padre equivalía a desvelar el talento oculto de mis hijos. Después de mi investigación me he dado cuenta de que lo que debo hacer es exponer a mis hijos a cuantas más cosas, mejor, y fijarme en su reacción, ver qué les motiva. Y siempre hay que alabarles por el esfuerzo.
¿Qué es lo que más le ha sorprendido de su investigación?

Darme cuenta de que el talento no tiene tanto que ver como creíamos con los genes. El talento se cultiva, y no es necesario ser rico.

Nota: Leo Messi y Cristiano Ronaldo han sido muchas veces los máximos goleadores de la Liga Española. Ten en cuenta: un talento que se cultiva desde la motivación

Si No Fallas, No Aprendes

Se sabe que en general, en las culturas latinas y judeocristinas, la equivocación no está bien vista. La fuerza no procede de las capacidades físicas sino de una voluntad invencible

Parece que cuando alguien comete un error, se interpreta como que ha hecho algo malo, como que ha cometido alguna clase depecado del que tiene que avergonzarse y por lo tanto, tiene que pagar un alto precio por ello.

Incluso hay personas que parecen esperar que muestres un gran arrepentimiento por haberte equivocado, en lugar de asumirlo como una parte normal del hecho de hacer cosas nuevas o diferentes.
…en el mundo de los emprendedores, se mitifican lugares como Silicon Valley, por muchas razones obvias, pero también porque allí la equivocación, el fracaso en algunos proyectos demuestra que te has arriesgado y que posiblemente has aprendido algo valioso para tus proyectos futuros.

 

El mismo Eric Schmidt CEO de Google respondía en una reciente entrevista a la pregunta de si Europa podría desarrollar un Silicon Valley y que se necesitaba para ello, con la siguiente respuesta: Tres cosas. Las universidades punteras y las sociedades de inversión ya las tienen, pero a los europeos les cuesta mucho la tercera: permitir el fracaso. Si no fallas, no aprendes.

errar es humano

Dentro del mundo de la psicología positiva y del coaching se ha llegado incluso a cambiar la palabra fracaso por “feedback” para quitarle el sentido peyorativo. La idea que subyace es que cuando algo sale mal, no has fracasado por ello, sólo has obtenido un “feedback” o aprendizaje que te obliga a hacer las cosas de otra manera si quieres que te salgan mejor la siguiente vez.

La idea en sí misma me parece buena, pero me tomo con cautela los eufemismos, lo políticamente correcto, pues a veces, el no llamar a las cosas por su nombre puede ayudar, pero también puede hacer que limitemos el impacto que tienen sobre nosotros y por tanto el aprendizaje que podemos extraer de ellas.

Lo primero por tanto, es admitir el error. Pero no de puntillas y disimulando, si no de una manera abierta y clara. Con ello minimizamos también la posibilidad de caer en el coste del error (ese actitud de permanecer en algo en que estamos equivocados por no querer admitir que en otro momento tomamos una mala decisión).Como dijo Tagore: Si cierras la puerta al error, dejarás fuera la verdad. Porque además cuando negamos el error estamos cayendo en la cara oculta del perfeccionismo inútil, en creer que errar nos hace imperfectos cuando lo único que nos hace es humanos. Y además, aunque sea contraintuitivo, aprendemos mejor aquellas cosas en las que previamente nos hemos equivocado y luego rectificado, ya que dejan mayor impacto en nosotros.

Porque lo verdaderamente importante para alcanzar nuestras metas no es tratar de no equivocarnos, sino perseverar. Es cuando haces las cosas una y otra vez, cuando continuas aunque los resultados no sean del todo buenos, cuando insistes ilusionado en tus proyectos, vitales y profesionales,es entonces cuando las cosas llegan.

Porque además, una de las virtudes que tiene perseverar es que adquieres práctica (tal vez logres las famosas 10.000 horas de práctica) y con ello, el aprendizaje cada vez está más interiorizado y los errores son “más finos”. La mayoría de las veces son pequeños ajustes que nos ayudan a mejorar aquello que estamos haciendo, nos permiten poder fluir más en cada situación y por tanto estar más conectados con nosotros mismos y a la vez con la tarea.

Tal vez sería útil plantearnos que estamos siempre en beta (como los programas de software, como Google…) y que cada error mejora esa versión beta. Pero además pensar que mientras sigamos vivos podremos seguir mejorándola ya que en eso consiste la vida, en un camino de continuos aprendizajes.

Y sería un poco iluso pensar que en esos aprendizajes nunca meteremos la pata. Demos pues la bienvenida al error como ese maestro, que aunque al principio nos parece un poco duro con los años lo recordamos con enorme cariño, ya que gracias a él logramos romper muchos límites y superarnos a nosotros mismos.

 Gandhi: La fuerza no procede de las capacidades físicas. Procede de una voluntad invencible.